Capítulo 149 - Bueno para él

En la casa de Luca, la compañía es realmente lo que brilla. Sus primos y familia son tan divertidos, también son un poco malos entre ellos, de una manera bromista y familiar, pero cada insulto está lleno de amor y es tan divertido que me río hasta que me duelen los costados. Y por supuesto, el dolor en mis costados dificulta que pueda comer toda la comida que tengo en las manos. Pero considerando lo deliciosa que es, definitivamente prevalezco en mi misión de comer absolutamente todo. Dios, no estoy seguro de haber comido tanto o tan bien nunca. Hay plato tras plato de pasta, carne y mariscos, ¡y luego los postres! Galletas, y pequeñas rebanadas de pasteles empapados en café, y el pastel de café de la abuela, servido con café, que es una buena adición, considerando la cantidad de pequeños vasos de licor transparente que me han pasado y bebido. Nunca lo había probado antes, pero es delicioso y sabe a regaliz.