Capítulo 131 ¡Sorpresa! ¡Yo también puedo usar ese movimiento!

Justo cuando pensaba que se libró de las complicaciones de un enredo romántico, creyendo ver el panorama completo, pensó que podía aprovechar su renacimiento para aplastar a Anna. En este momento, se dio cuenta de lo ingenuo que fue ese pensamiento. Incluso el plan que considero de forma cuidadosa ahora es solo la punta del iceberg. La verdad acechaba muy por debajo de la superficie, como una enorme y oscura criatura en las profundidades del océano, con sus ojos fríos y sin pestañear, observando a todos los que se acercan. Su objetivo nunca fue solo ella, o quizás ni siquiera era ella.