Capítulo 119 Carter, masajea su espalda

En el momento en que su lengua se conectó con su dedo, Carter y ella se quedaron paralizados, atrapados por la repentina sensación. Él retiró de forma rápida su mano. Ella permaneció inmóvil en la postura en la que sus labios se separaban un poco, incapaz de responder. Era como si la sensación de las yemas de sus dedos aún perdurara en su lengua. Sus dedos, aunque pálidos y con huesos prominentes, tenían una forma hermosa. Pero la parte interna era áspera, como endurecida por el trabajo. Así que cuando pasó la lengua por ellos, no eran suaves, sino un poco ásperos.