Capítulo 152 Como en el capítulo romántico
Aunque quiera detenerme, pensar en que un hombre como Helmut, fuera mi esposo, era demasiado ilógico y era ese imposible, lo que me dificultaba detenerme. Por eso, incluso lloré de tanto reírme.
—Madre, si sigues así, te va a doler el abdomen— dice Ariana preocupada siempre por mi salud.
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