Capítulo 128 Ser la niñera
No sabía que era lo que sucedía, pero, sabiendo que era alguien que necesitaba consuelo, acaricie su espalda hasta que después de varios minutos, dejó de sentirse su llanto, pero, aun su cuerpo vibraba suavemente.
—¿Estas mejor? — preguntó al quedar todo en silencio, pero, él aún no se aparta de mí.
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