Capítulo 1027 Amor retorcido

La luz de la habitación ya estaba encendida. En el momento en que Natalia entró, sintió que se le ponían los pelos de punta. Era una sala de estudio muy grande, quizá de unos sesenta metros cuadrados. Las paredes de la habitación estaban enlucidas con un montón de fotografías y posters de diversos tamaños. Aparte de éstas, había muchas figuras de cera por ahí. Todas estas figuras de cera compartían el mismo rostro que el sujeto de cada fotografía y póster: la madre de Hugo. Natalia sintió que se le ponía la piel de gallina en los brazos e inconscientemente se los frotó. ¿Por qué había tantas fotos de su suegra en la habitación de Sebastián? Además, ¿qué pasaba con las figuras de cera? Además, ¿por qué un sobrino tendría tantas fotos y figuras de su propia tía en su cuarto de estudio? Natalia miró a Hugo confundida. La oscura expresión de Hugo le provocó un escalofrío. Sentía como si la temperatura hubiera bajado tras su mirada, e incluso empezó a sentir como si no pudiera respirar. Sabía que Hugo no sólo estaba enfadado, estaba furioso. Con razón, ya que ¿quién no se habría puesto furioso al ver la cara de su madre pegada por toda la sala de estudio de alguien de una manera tan perversa? Natalia apretó suavemente la mano de Hugo, recordándole que debía calmarse e investigar el motivo de las acciones de Sebastián antes de enfadarse.