Capítulo 149 Qué rápido corre
—Bien. ―Jazmín tuvo que acceder a la demanda del hombre como si tuviera algo de suciedad sobre ella.
Pronto, Natalia empezó a escuchar unos sutiles gemidos y gruñidos desde lejos. Estaba tan sorprendida que su corazón latía con fuerza, y sólo quería salir de allí lo antes posible. Incluso después de regresar a la sala privada, su rostro seguía tan pálido como un fantasma.
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