Capítulo 664 Descubrir al culpable
En el siguiente segundo, su sorpresa aumentó. Claudio colocó sus manos sobre el teclado y se ajustó a él antes de comenzar a escribir. Su velocidad de tecleo no era más lenta que la del policía. Pero eso no era lo más importante. Lo más importante era que los datos que aparecían en la pantalla del ordenador eran todo tipo de códigos. En otras palabras, este niño era en realidad un hábil hacker.
«¡Oh, Dios mío! ¿Qué clase de prodigio es?»
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