Capítulo 196 La mañana siguiente

Sus labios eran suaves y carnosos, con un toque extra de dulzura por el alcohol. Estaba cautivado por completo. Natalia no era consciente de que la habían besado. Sólo sabía que había una sensación de frescor en sus labios que le gustaba mucho. De forma inconsciente, le rodeó el cuello con los brazos y siguió buscando ese frescor. Su comportamiento era como una especie de estímulo para Hugo. Había perdido la racionalidad y se dejaba llevar por el instinto. Después del beso, colocó una mano detrás de su cabeza y la otra alrededor de su cintura. Despacio, la tumbó en el sofá con su cuerpo apretado contra el de ella. Esa noche llegaron hasta el final. No fue hasta el amanecer del día siguiente que Hugo se despertó de su sueño. Se paró junto al sofá y echó una mirada a la mujer que se había quedado dormida por el cansancio. Una ola de emociones encontradas se apoderó de él.