Capítulo 43 La noticia
– "...los empleados no quieren hacer declaraciones, los registros de cámaras de seguridad también han sido eliminados. Pero uno de nuestros reporteros logró hacer hablar a un paciente que se hallaba en un piso superior de la clínica, quien alegó haber visto un poco de revuelo entre las enfermeras y algunos guardias de seguridad. Poco después oyó al menos seis disparos y algunos gritos de terror provenir de la planta baja. ¡Ningún policía hizo acto de aparición! Pero nuestra fuente está completamente segura de haber visto manchas de sangre en el suelo y una tensión muy evidente en el ambiente –la presentadora guardó silencio unos segundos, mientras permitía que en la pantalla se mostraran algunas imágenes de la clínica de emergencia. Katya podía reconocer a la perfección aquellas paredes grises y el techo de la clínica–. Así es: esta nueva y exclusiva clínica, de quienes no conseguimos registros de propiedad, acababa de ser llevada al ojo público por nada más y nada menos que misterios de balas perdidas y secretos de propiedad. Intentaremos actualizarlos próximamente con más noticias sobre esta clínica y su reservado dueño...
La televisión que miraba Katya con bruma se apagó de la nada. Egan soltó poco después el mando sobre el sofá con algo de rabia. Ese día parecía más tenso que de costumbre: hacía llamadas furiosamente y hablaba en muchos idiomas durante algunos minutos, antes de cortar de una manera poco gentil y restregarse las palmas sobre el rostro, estresado. Katya lo miraba desde su camilla, deseando pode levantarse y acercarse a él. Ya no era en su interior tan desagradable la idea de abrazarlo para consolarlo, pero debía admitir que una vez que bajó el efecto del sedante sobre ella, haberlo besado no le pareció una muy buena idea.
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