Capítulo 152 Noventa y nueve

La recepción de la boda fue hermosa, con un atardecer de fondo que hizo que el vestido de Katya brillara y el esmoquin rojo de Egan deslumbrante junto al de ella. En medio de la boda, cuando el padre solicitó los anillos, Egan se tensó al recordar que él no los tenía. Katya inmediatamente creyó que entraría en crisis. Pero él le sonrió, sabiendo que solo era otra más de sus travesuras, pues un momento después Lyssa caminó de la mano de su abuelo hasta el altar con dos anillos de oro en una cajita. Katya sentía que no cabía dentro de sí, pero al parecer su corazón ya era capaz de soportar tantas cosas, que un minuto de felicidad lograron reparar tantas grietas en ella.