Capítulo 77 Limbo

Los siguientes meses son un torbellino de caos, me levantan a las tres de la mañana, una hora antes de los presos normales, a darme palazos en una silla, me amarran como si yo pudiera ir a alguna parte, luego con su tratamiento especial me bañan con una manguera con alta presión, que me pega a la pared, luego me dejan en paz para que desayune. Otra tortura, ya que me sirven alimentos duros que se me dificulta morderlos con mi despedazada dentadura, donde ningún preso se me junta por miedo a que los guardianes tomen represalia contra ellos. Durante el día me toca quedarme quieto en un rincón donde ya no sé qué parte sobarme, me parece que tengo huesos rotos, no lo sé, el médico me reviso con una macana eléctrica, me siento perdido hasta que sueño con la doctora Yací, quien me cachetea diciéndome que reaccione, que yo soy muy inteligente para quedar atrapado en este limbo, que siempre encuentro la mejor solución a todo. El sueño me lo interrumpen de la misma manera que me despiertan a diario, me jalan botándome al suelo, arrastrándome por los pasillos hasta que me amarran a esa silla done me administran garrotazos, solo que este día no, va a ser de esa forma, los reto: