Capítulo 23 ; Afortunada coincidencia
Lloro a moco tendido todo el camino, a causa de su salvador, el capitán, también lo desconsoló muchísimo el hecho de que le toco dejarlo, hay tirado a la merced de los animales carroñeros. De tanto llorar no se dio cuenta como llego al pueblo, se fue dirigiendo al fuerte militar para solicitar ayuda, cuando una misteriosa mano lo jalo para una choza manifestándole:
—Estiben, ¿eres tú?, qué alegría verte.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread