Capítulo 78 Escapando ando

Recuerdo la manera en que elaboramos explosivos en un laboratorio de estos, eso quiere decir que la salida que me quedara es destruir esta prisión, aunque el olor a mar me indica que podemos estar en una isla, donde esa opción sería en vano, ya que no tendríamos a dónde ir, tengo que seguir buscando la forma, tengo la fe que se presentara de la mejor forma, me parece que la atraigo cuando uno de los guardias me muestra un volante, donde dice que hay una iglesia que me adoran, ellos me toman por su mesías, es verdad que salve el mundo, pero nunca me imaginé que resultaran adoradores al punto de santificarme. —soy uno de ellos. —me cuenta, intentando que solo los dos lo escuchemos. Me da una bolsa misteriosa, en bien puedo la reviso, tiene dinero y cosas de más valor en este claustro, unas cuchillas de afeitar y cigarrillos, que aunque no fumo sé que conseguiré beneficios con los compañeros que si lo hacen con desespero.