Capítulo 15 El encanto
Al día siguiente, cuando Yan Wan se despertó en una habitación desconocida, no sabía qué hacer. «¿Dónde estoy?» Se llevó las manos a la cabeza, pero solo pudo recordar que se había quedado dormida en el coche de Huo Lichen. No recordaba nada más de lo sucedido. «De cualquier manera. Primero saldré». Yan Wan tiró de la manta y estaba a punto de bajarse de la cama cuando alguien abrió la puerta.
Un hombre alto que vestía ropa informal entró con un botiquín en la mano. Estaba relajado, sin embargo, tenía un aire principesco. Sonrió al ver a Yan Wan.
—Estás despierta, cuñadita.
Yan Wan se quedó perpleja. «Ni siquiera te conozco. ¿A quién llamas cuñadita? ¡Ni siquiera tengo novio!»
—Señor, me temo que se ha equivocado de persona.
—¡No puede ser! Ayer tuviste mucha fiebre y Lichen me llamó para que te atendiera.
Yan Wan al final comprendió. Se había quedado dormida en el coche de Huo Lichen porque se sentía mareada. Cuando él se dio cuenta de que estaba enferma, le dio un lugar donde quedarse por cortesía. Yan Wan se bajó de la cama y le agradeció amablemente.
—Lamento haberlo molestado anoche.
—No tienes que ser tan formal conmigo. Ahora somos prácticamente familia, cuñadita. —Qin Chu se acercó a Yan Wan y se burló de ella—. En todos estos años que conozco a Lichen, ¡es la primera vez que lo veo tan preocupado por alguien! Se quedó contigo la mitad de la noche y se fue cuando te bajó la fiebre.
Yan Wan se quedó pasmada, no pudo creer lo que dijo Qin Chu. «¿Cómo es posible que Huo Lichen se preocupe por mí?»
—¿Te acuerdas lo que pasó anoche? Lichen te dio el medicamento boca a boca —dijo Qin Chu mientras sonreía con ironía.
Cuando lo escuchó, Yan Wan se quedó muy sorprendida y se sonrojó. Había recordado a un hombre atractivo dándole la medicina boca a boca. ¡Pero eso era solo un sueño! «¿Cómo podía ser Huo Lichen? ¿La fiebre de verdad me afectó y me hizo alucinar? Qué vergüenza». Yan Wan tomó la medicina que le indicó Qin Chu y, como no podía soportar mirar a Huo Lichen a la cara, se dirigió discretamente a la planta baja y planeó salir sin que él lo supiera. Sin embargo, en cuanto entró en la sala de estar, se encontró con Huo Lichen. Cuando lo vio se sonrojó y se sintió incómoda.
—L…lamento las molestias de anoche. Me despediré ahora.
—Ven aquí y desayuna. —La imponente imagen de Huo Lichen bloqueó el camino de Yan Wan y le hizo señas para que entrara al comedor.
Yan Wan negó con la cabeza.
—No pasa nada. Todavía no he terminado el resumen. Tengo poco tiempo así que tengo que volver a la oficina.
—Puedes tomarte tu tiempo. No hay prisa, así que preséntalo en unos días. —Huo Lichen no le permitió utilizar el trabajo como excusa.
—¿Por qué de repente ha cambiado de opinión? —preguntó con curiosidad, asombrada antes sus palabras.
Él había insistido en que ella enviara el resumen hoy.
—¿No estás contenta con mi forma de hacer las cosas? —preguntó Huo Lichen mientras se veía serio e incómodo.
—No, en absoluto. —Yan Wan se dirigió directo al comedor. Había dormido toda la noche y era imposible que pudiera hacer el trabajo para hoy.
Cuando llegaron al comedor, Yan Wan vio que Qin Chu ya estaba sentado allí. Le mostró al instante su sonrisa particular.
—Cuñadita, siéntate aquí.
(N. del T.: en China, uno puede llamar «cuñado o cuñada» al cónyuge e incluso al novio o novia de un buen amigo o amiga).
Ese respeto hizo que Yan Wan se sintiera incómoda, especialmente porque Huo Lichen estaba presente y sonrió nerviosa.
—Llámame por mi nombre. Puedes llamarme «Wan» también ya que eres mayor que yo.
—¿Wan? También suena bien. Es más encantador. —Qin Chu se burló de Huo Lichen—. ¿No te parece?
—Depende de ti. —Huo Lichen tomó su posición, se sentó en el asiento principal y miró indiferente; su tono no era ni agresivo ni relajado—. Sin embargo, si nos guiáramos por la jerarquía familiar, técnicamente estás una generación por debajo de mí. Deberías llamar tía a Yan Wan. No me importa cómo la llames en privado, pero si te acostumbras demasiado, podrías equivocarte delante de tu familia.
(N. del T.: en China, uno puede llamar tío o tía a cualquier persona de una generación mayor, no necesariamente al hermano, hermana, primo o prima del padre o madre de una persona).
La familia Qin ponía un gran énfasis en la jerarquía familiar. Si se enteraban de eso, Qin Chu lo seguiría escuchando una y otra vez por mucho tiempo. Básicamente, Huo Lichen lo estaba amenazando. Aceptando la situación, Qin Chu tomó sus palillos chinos y empezó a comer.