Capítulo 5 Sospechaba que era ella
En una esquina dentro del elevador, Gu Zifei miraba a Huo Lichen como si estuviera hipnotizada y le susurró a Yan Wan:
—Es realmente hermoso, Wan. La manera en la que te defendió fue muy encantadora, y no está de más que también sea muy atractivo. ¿Por qué no le das una oportunidad y lo conquistas?
—Sí, yo también pienso lo mismo. —Yan Wan retorció sus manos con desesperación.
Luego de entrar al elevador, Huo Lichen tomó distancia de ellas de inmediato. Una vez más se estaba disociando de los demás con su imagen esbelta y solitaria.
Ella se dio cuenta de que él la había defendido por el bien de su orgullo y de su reputación, ya que ella todavía seguía siendo su prometida hasta que terminara el mes, aunque solo sería su prometida de nombre. Intentó eliminar esos pensamientos fantasiosos y murmuró a Gu Zifei:
—Zifei, ¿has descubierto la identidad de ese hombre?
Crujía los dedos cada vez que pensaba en él. La única manera de huir de él era siendo proactiva y encontrándolo primero. Gu Zifei negó con la cabeza.
—No tengo ni una pista de él, pero escuché en la calle que alguien estuvo preguntando por ti. Parece ser alguien con bastante influencia, podría ser él.
Yan Wan sintió escalofríos al escuchar la noticia, él podía venir por ella en cualquier momento.
—No te preocupes, la cámara de vigilancia en el hotel de Shangpin estaba apagada ese día. No le será fácil encontrarte, por lo tanto, tenemos tiempo para planear algo contra él.
Yan Wan puso los ojos en blanco, ¿no podía decir todo de una vez? La estaba matando de miedo.
Gu Zifei se inclinó hacia Yan Wan y mientras levantaba una ceja le dijo:
—¿Por qué no intentas conquistar a Huo Lichen? Con su protección, apuesto a que nadie se atreverá a ponerte un dedo encima.
Yan Wan miró la silueta de Huo Lichen por la espalda, la cual irradiaba un aire de nobleza normalmente asociado con los aristócratas, lo cual le fascinaba. Al parecer había caído bajo su hechizo, sin embargo, no se atrevía a acercarse a él. Gu Zifei vio la mirada de Yan Wan y se veía como si le hubiera leído la mente y continuó persuadiéndola.
—Ahora te encuentras en una posición privilegiada, Wan, ya que no hay otra mujer a su lado, solo tú. No dejes pasar esta oportunidad; si eres muy tímida para hacerlo, tengo un remedio para eso. Una vez que ambos se hayan ido a la cama, no podrá evadir su responsabilidad como hombre y tendrá que casarse contigo.
«¿Qué? ¿Un remedio para Huo Lichen?» Con tal solo pensar en eso hizo que su corazón latiera el doble de rápido, sus mejillas estaban ardiendo, la idea era indignante. Agarró la mano de Gu Zifei e intentó cambiar el tema. Al mismo tiempo, se sorprendió al ver a Huo Lichen, quien estaba frente a ellas, darse vuelta de forma abrupta para mirarla.
La miraba fijo con sus ojos profundos y cautivadores. Su mirada hizo tambalear a Yan Wan, ya que estaba preocupada de que hubiera escuchado su conversación. Sintiéndose culpable, deseaba desaparecer o hacerse humo.
—Ven aquí —ordenó en voz baja.
Los ojos de Yan Wan se movían inquietos al mismo tiempo que evitaba la mirada de Huo Lichen y poco a poco se acercó hacia él.
—¿Q…qué sucede?
—Llegamos. —Huo Lichen dijo esa sola palabra de manera automática.
Su rostro no tenía expresión alguna, se colocó junto a ella y levantó su codo. Yan Wan se tomó un segundo para comprender la situación. Una vez que las puertas del elevador se abrieran habría mucha gente, llegarían al lugar de su fiesta de compromiso. Se apresuró a acomodar sus pensamientos desordenados y deslizó su mano bajo su brazo antes de prepararse para enfrentar a la multitud. ¡Cling! El sonido anunció su llegada al penthouse, las puertas del elevador se abrieron de par en par.
Las anfitrionas estaban formadas en dos filas una a cada lado, cada una tenía en sus manos una canasta de flores, las cuales estaban llenas de pétalos de rosas rosados. Pétalos blancos alfombraban el suelo y todo el lugar estaba lleno de decoraciones florales y envuelto en un aire de romance exquisito. Aunque era el lugar para comprometerse que había soñado Yan Wan, jamás se imaginó que ella caminaría por el pasillo de un lugar así, al menos pudo experimentarlo.
Apretó los labios y sonrió con elegancia mientras caminaba junto a Huo Lichen hacia la fiesta de compromiso organizada por la familia Huo. El compromiso era majestuoso y solemne, lleno de todo tipo de rituales y formalidades. Yan Wan tenía las piernas adoloridas por todas esas actividades ceremoniales.
Cuando la ceremonia por fin terminó, todos se acercaron a brindar y a felicitarlos. Ella se esforzó para seguir el ritmo de tantos brindis y halagos, pero tenía que entretener a muchas personas. Incluso si tomaba pequeños sorbos, igual se embriagaba y sentía que la cabeza le latía.
—¿Qué te sucede, Wan? ¿Por qué tienes el rostro tan rojo? ¿Has estado bebiendo de más?
Su inestabilidad preocupó a la gran señora Huo, quien se encontraba a centímetros de Yan Wan. El resto de los invitados se alarmó, quienes aún sostenían sus copas en la mano, esperando para brindar.
—Estoy bien, abuela.
Yan Wan sacudió la cabeza para deshacerse de su estado de ebriedad y mantenerse sobria, lo último que quería era alterar la fiesta. Su perseverancia impresionó a la gran señora Huo, quien le ordenó a Huo Lichen:
—Deberías enviar a Wan de regreso y dejarla descansar. Déjame que me encargue de todo.
«¿Que Huo Lichen me envíe de regreso?» Al pensarlo recuperó la sobriedad de inmediato y se apresuró a negarse.
—Estoy bien, no hay necesidad de…
—Vamos.
Huo Lichen la interrumpió y se marchó, dándole a entender que la enviaría de regreso a pesar de su mirada indiferente.
Yan Wan se asombró un poco al ver cómo una persona mandona como él obedecía al pedido de su abuela sin decir una palabra, se veía tan manso como un cordero. Al mirar de reojo a la gran señora Huo, pudo conectar las ideas. Dado que la gran señora Huo había arreglado ese compromiso, Huo Lichen aceptó el compromiso falso para no decepcionarla, se decía que él respetaba mucho a su abuela.
—Daré el primer paso, abuela.
Yan Wan se despidió de la gran señora Huo, dejó la copa de vino y estaba lista para irse. Sin embargo, había estado en la misma posición por mucho tiempo, lo cual había adormecido sus piernas. Se tambaleó y perdió el equilibrio cuando intentó moverse y se lanzó sobre Huo Lichen, quien no tenía intención alguna de ayudarla; incluso estuvo a punto de alejarse de ella. Al notar que su abuela lo estaba observando, se paralizó y se quedó quieto como una estatua. Cuando Yan Wan se tropezó en los brazos de Huo Lichen, sintió el aroma masculino de ese hombre, que era único, dominante pero cautivador. Huo Lichen sintió que su cuerpo se puso rígido mientras que su comportamiento seguía siendo el mismo. Agachó la cabeza y preguntó con voz grave:
—¿Puedes caminar?
—Sí —contestó ella.
Se le aceleró el corazón a Yan Wan mientras intentaba levantarse de sus brazos, pero el licor estaba haciendo efecto, lo cual la hizo sentirse débil. Prácticamente, había presionado su cuerpo contra Huo Lichen incluso después de querer soltarse de sus brazos de manera energética.
Huo Lichen estaba desconcertado, a pesar de las incontables mujeres que habían intentado acercarse a él, la única mujer que le había provocado algo era la que había conocido aquella noche; pero jamás se hubiera imaginado que esa mujer lo hiciera sentir de la misma manera. Recordó que ella también estaba en el hotel Shangpin esa noche; la luz en sus ojos se desvaneció rápido al levantarla y llevarla hacia el elevador. Yan Wan estaba muy sorprendida al ver con incredulidad el rostro atractivo de ese hombre. ¿Estaba soñando?
—Guau.
—¡Qué romántico!
Los susurros de asombro, las voces alegres, los murmullos de envidia y los quejidos celosos resonaban por toda la sala.