Capítulo 1167 Despreciando la ética de las artes marciales
Puesto que cada uno había identificado a sus oponentes, se dirigieron a sus respectivos campos de batalla coordinándose a la perfección. Diego y Mauricio seguían junto al río, mientras que Penélope y su grupo se habían trasladado a un lugar más cercano a la carretera. Para evitar que los transeúntes entraran sin querer, Nero volvió a ampliar la zona de la niebla blanca.
Mientras tanto, Diego sacó un cigarrillo del bolsillo y se lo puso en la boca. Con una sonrisa, le dijo a Mauricio:
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread