Capítulo 359 No se puede ofender
A continuación, Adrián jaló una silla y se sentó. El ambiente en el salón se volvió singular, pues las personas se dividieron en dos grupos. Diego, Beatriz e Isabel permanecieron juntos mientras se enfrentaban a los numerosos miembros de la Familia Salazar. Las palmas de Isabel y Beatriz sudaban con nerviosismo. Sin embargo, no había ni un rastro de preocupación en el rostro de Diego.
—Isabel, saca a Diego de aquí. ¡Ahora! —exclamó Beatriz jalando a Isabel de la blusa.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread