Capítulo 1082 Traer a casa

Rafaelo reflexionaba sobre su decisión. ¿Cómo había podido ignorar un recurso tan valioso como Diego, un individuo extraordinario, y contratar a otro en su lugar? Especialmente después de su última experiencia desastrosa. Ahora estaba convencido de que confiar en mercenarios era mucho menos fiable que solicitar ayuda directamente a Diego. El trato de Diego hacia sus amistades siempre había sido bastante distante. Él era diferente; no sentía la necesidad de contactar a sus amigos sin motivo a diario. Así, a pesar de que él y Rafaelo se conocían desde hacía años, su relación nunca había pasado de ser compañeros ocasionales de cena y copas. Rara vez se preocupaban el uno por el otro más allá de lo superficial.