Capítulo 32 Tamara, te doy un minuto para que me contestes
Cloe se levantó, se dio una ducha, se puso un pijama bastante conservador y sin decir ni una palabra se acostó, ella estaba durmiendo en la habitación al fundo del pasillo, así que esperaba a que Sebástian se marchara pronto.
Sebástian se marchó sin decir nada, Cloe miraba aquel cuerpo desnudo salir de su habitación, cuando la puerta se cerró, ella pudo desahogarse llorando fuertemente, por la humillación que acababa de sufrir, este hombre no hizo por donde pedirle una disculpa sincera y todo lo había arreglado según él tomándola como un objeto por el que pagó.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread