Capítulo 4 Sofi la mesera
Los hombres comenzaron a tomar y a divertirse, Sebástian nunca tomaba, pero ese día Hanz llegaba del extranjero después de muchos años, así que había que celebrar, con Samu y Hanz tenía algunos negocios que tratar, pero ya habían tomado de mas, así que los negocios debían de esperar.
-María por favor, quien es la encargada del baile en el privado nueve, necesito que esos hombres se vayan lo antes posible, el imbécil que está ahí fue quien me trató mal y me dejó tirada en medio de la calle estando herida.
-Ya cálmate, no puedes hacer ningún escándalo, Petra te matará si haces algo a alguno de esos tipos, solo por hoy ten paciencia; ya nos iremos pronto de aquí y no los volveremos a ver.
-Maldita sea otra vez el botón verde.
-Sofi, queremos una chica que nos baile, puedes ser tu, dijo Hanz ya pasado de tragos tomándola de la mano, vamos, baila para nosotros, te pagaremos lo que sea, tu solamente danos un precio, tiene razón Samu, mira las piernas que tiene esta mujer, podría divertirme con ella toda la noche.
-Señor, por favor, yo no soy de las chicas que baila, solo soy su mesera por esta noche, no me toque se lo suplico, yo solo limpió el lugar en las mañanas, hoy faltó una chica, así que la dueña me pidió que la ayudara con su privado.
En ese momento Hanz tomó a la chica, pero como estaba tan ebrio que solamente la tiró sobre Sebástian, haciendo que ella prácticamente quedara sobre él derramando el vaso de Wisky que tenía en su mano sobre su saco, al él tratar de levantarla sin querer tocó una de sus rodillas haciendo que ella gritara un poco de dolor.
-Lo siento señorita, ¿la lastimé?, que le pasó en su rodilla, está sangrando.
-Que me pasó, un auto me golpeó y el tipo me dejó tirada en la calle como un perro.
-Eres tú, dijo Sebástian levantándose de inmediato tirando a Cloe en medio de Samu y Hanz quienes no desaprovecharon el momento para tocar a Cloe por todas partes, haciendo que ella se levantara de inmediato y saliera corriendo asustada lo más rápido posible para uno de los baños a llorar y a limpiarse las rodillas que sangraban nuevamente.
En el privado, entró una de las mejores chicas a hacer un baile erótico, Samu y Hanz le ponían mucho dinero en su ropa intima, mientras la chica les lanzaba besos a estos dos sin quitarle la vista de encima a Sebástian quien era el hombre atractivo de la habitación.
-Que pasó Sebástian, quien es la chica que salió corriendo, pude ver tu cara de asombro, seguramente la golpeaste donde la tiraste sobre este par de pervertidos, míralos como están, locos por una bailarina, decía Mario riendo.
Sebástian no contestó y su cara se hizo más seria cada vez, pasadas dos horas, llamaron nuevamente a la chica para pedir más botellas.
-¿Donde está Sofi?
-¿Sofi, quien es Sofi?
-La chica que nos está atendiendo, la de las piernas espectaculares, dijo Samu aún ebrio.
-Ahhhh, Sofi, ella tuvo un accidente en la tarde y se sintió mal, yo continuaré atendiéndolos esta noche, no se preocupen.
-Como quieran, me voy, no tengo nada que hacer ni ver acá, diviértanse, dijo Sebástian saliendo del privado.
El baile siguió y Rebeca, la mesera, si se dejaba tocar por dinero, ella les dio el placer que Cloe no les iba a permitir tener.
Mientras en la carretera iba un auto de lujo con un hombre recostado en el asiento trasero, con los ojos cerrados pensando en la mujer de las piernas hermosas.
Llegando a su mansión, Oscar lo sacó de sus pensamientos,
-Señor, hemos llegado.
Él solamente bajó del auto, nos vemos a primera hora, debo ir a reunirme con Peter de la O.
Al entrar a la mansión, una mujer joven le dijo;
-¿Señor, desea que le sirva un té?
-No Susana, iré a la cama, gracias.
El hombre entró a la habitación, se quitó la ropa, se metió a la ducha y con un solo pensamiento, que mujer más bella Sofi, de verdad que es hermosa, nunca había visto una chica así, además tiene carácter, nunca una mujer se había atrevido a hablarme de esa manera.
Así pasaron las semanas y Sebástian volvió al Nigth Club con el fin de ver a la mujer, pero quien lo atendió fue otra.
-Hola señor, mi nombre es Amanda, seré su mesera el día de hoy.
- No quiero que me atiendas tu, quiero a Sofi, ella me atendió hace unas semanas, quiero que sea ella quien esté aquí conmigo, no tu, dijo el hombre con los una mirada aterradora.
Corriendo del lugar, con algo de terror por la mirada de aquel hombre, salió en busca de la famosa Sofi.
-Cloe te buscan, quieren a Sofi en el privado, tú estás loca dar el nombre de tu hermana, ese hombre pregunta por ti, que le digo, es el tipo del accidente, tal vez quiera disculparse contigo, ve, habla con él a ver que quiere, es un tipo espectacularmente guapo, pero parece que tiene el diablo dentro por la manera en que me miró.
-Claro que no iré, estás loca, ese no es mi trabajo.
-Cual no es tu trabajo Cloe, a ver dime.
-Nada Petra, solo que hasta mañana limpiaré el lugar, no lo haré con clientes acá.
-Crees que soy estúpida, vamos, ponte el uniforme que el hombre del privado ocho te quiere con él, muévete Cloe, no me hagas enojar, ya sabes lo que pasa si me enojo, mira lo que le pasó a María por no hacer lo que le digo.
La pobre María fue golpeada por uno de los clientes en un privado, la dejó inconsciente y hasta la fecha no ha podido volver a bailar porque las costillas aun siguen fracturadas después de varias semanas, por no permitir que Petra la pusiera a trabajar de prostituta una noche, ella se molestó y salió del privado, así que Petra la mandó con un hombre golpeador de mujeres y la golpeó al borde de la muerte.
-Si Petra, iré a ver que desea el señor.
-Hola señor, que quiere, seguir insultándome, arrollarme con su auto nuevamente o tirarme sobre sus amigos a que toquen como quieran, para sentirme pero de lo que ya me siento en este lugar tan asqueroso. Dígame, ¿Qué desea?
-Si tiene un trabajo como estos, debería estar acostumbrada a que cualquier hombre la toque como quiera, dígame, cual es su precio por una noche, solo ponga el precio y yo lo pago, dijo el hombre con una mirada fría.
-Usted se equivoca señor, a mi ningún hombre me pone una mano encima, ese día que estuve atendiendo a sus amigos y a usted, fue el primer día que estuve acá, yo trabajo limpiando el lugar en las mañanas solamente, estoy estudiando para salir de aquí lo antes posible, no me gusta este lugar y mucho menos lo que hacen acá, así que no, no tengo precio, yo no me vendo.
-De verdad, no me diga, ahora resulta ser una mujer pulcra que atiende hombres, pero no acepta pasar una noche con ellos, que es Sofi ¿no soy su tipo?, ¿dígame cuanto quiere por una noche conmigo, solo dígalo y le pagaré lo que me pida?
-Usted es una basura de persona, dijo Cloe con lagrimas en los ojos, si estoy aquí no es por mi voluntad créame, son otras las circunstancias que me tienen en este lugar, aguantando tipos como usted, que asco, detrás de ese traje entero solo hay un ser sin sentimientos que cree que todo lo puede comprar, dijo Cloe saliendo del privado bastante molesta.
-Sebástian salió rumbo a su casa, ese día había conducido él personalmente, había algo en aquella mujer que le llamaba a la atención en exceso.