Capítulo 7 En el centro comercial
Al bajar las escaleras, aun estaba con el rostro hinchado por llorar, pero no pensaba meter en problemas a Oscar, después de ver como era su jefe, le iba a ayudar a que no lo castigaran.
-Venga señorita, seré su chofer el día de hoy, iremos de compras al centro comercial del señor Ward, ahí encontrará todo lo que necesite, este es su nuevo teléfono, ahí está ya ingresado el numero del señor Sebástian, solo no lo moleste por tonterías.
-Gracias Oscar, créame, lo que menos tengo ganas en este momento es hablar con ese tipo, no soporto ni verlo.
-Señora, él es un buen hombre, solo que le ha tocado una vida difícil, créame, usted no tiene idea por todo lo que ha pasado el pobre, algún día estoy seguro, él le contará, ahora solo sea buena con él. Ese hombre odia las mujeres por alguna razón, por algo que le sucedió de niño, cuando pase algún tiempo, él le contará.
-Pobre, pobre, es en serio lo que me dice Oscar, es el hombre con mas empresas, es el CEO de la industria, todos quieren hacer negocios con él, solo chasquea los dedos y obtiene lo que sea, me dices que es pobre, no nos estamos entendiendo Oscar, puede tener a la mujer que quiera a sus pies, porqué se ensañó conmigo, que le hice para que me trate así.
-Ya lo conocerá señora, solo no lo haga enfadar y todo estará bien.
Tiene cita en la estética a las once, no lo olvide, la acompañaré, antes vaya coma algo, he visto que no desayunó nada, su vida esta mañana a cambiado radicalmente si sabe cómo hacer las cosas, es para bien.
Llegamos a un centro comercial al costado norte de la ciudad, era un edificio imponente, nunca había estado en ese lugar, si no fuera porque Sebástian me había comprado ropa, desencajaría completamente en el lugar, todas las mujeres estaban como muñecas de porcelana, hasta las dependientas de las tiendas se veían mejor que yo.
-Señora, la dejaré comprar tranquila, ahí está mi numero ingresado también, si necesita que venga, solo llámeme y aquí estaré de inmediato.
-Gracias Oscar, te llamaré si te necesito.
Entrando al centro comercial entró un mensaje de al ver el remitente estaba el nombre “Sebas”.
-Espero que compres mucha ropa, zapatos, bolsos, maquillaje, todo lo que necesites, ve a la tienda de tecnología, ahí hay una computadora para ti, en la joyería de la empresa Ward, te darán unas bolsas con algunas joyas, si te gusta algo mas, solo pídelo.
Busca un vestido de noche, me acompañaras hoy a una cena.
Ah, muy importante, que no sea nada que te haga parecer stripper.
-Maldito idiota, nunca va a dejar de hacerme sentir mal.
-Nunca he sido stripper Señor, así que no me falte el respeto.
Fue, buscó algunos vestidos, había uno con el que parecía stripper, se lo probó, frente al espejo del vestidor, se tomó algunas fotografías, se veía bastante provocativa con un vestido rojo, muy corto y con un escote demasiado pronunciado que dejaba ver absolutamente todo.
A este tipo le voy a hacer la vida imposible.
¿Qué te parece este vestido?, creo que me veo bien, le envió la fotografía al chat con Sebástian.
El hombre en medio de la reunión con inversionistas extranjeros, abrió el chat y miró la imagen de aquella hermosa pero provocativa mujer.
-Estoy trabajando, trata de no distraerme con estupideces, si no sabes que elegir, busca a Glenda, ella siempre viste a las mujeres que llevo del brazo.
-Lamento decepcionarlo señor, pero no buscaré a nadie, buscaré yo mismo lo que llevaré esta noche.
No hubo mas respuesta del otro lado, la reunión de Sebástia fue un completo tormento para sus inversionistas, el hombre se puso de mal humor de inmediato, haciendo que todos los proyectos los retrasara.
Cuando ya eran las once, Cloe entró a la estética con muchas bolsas, todas las mujeres del lugar miraron las bolsas con algo de interés, no habían visto en su círculo social a esa mujer, pero se podía ver que era una nueva rica, por la manera en cómo se veía, era bastante hermosa, pero su cabello y sus uñas no estaban bien arreglados, además se podía ver que no gastaba cientos de dólares en cremas para mantener su rostro hermoso, se podía notar que era el primer día en aquel lugar de millonarios.
-Hola, tengo una cita a las once, dijo Cloe tímidamente al ver como aquellas mujeres la observaban.
-Es usted la señora Cloe, claro que si, la secretaria de su esposo llamó, venga pase por acá.
-La señora Cloe, ¿la esposa de quien será?, no lo creo, es muy poca cosa para ser ella la esposa de alguno en nuestro circulo social, además, no salió en los medios que algún hombre apuesto se iba a casar, se ve que es una don nadie, que artimañas usaría para engatusar alguien de nuestro circulo de esa manera y que se casará con ella, puede ser que no sea de acá, sino de alguna otra ciudad, mi hija Graciela ha salido con Sebástian Ward y dice que es un hombre muy atento y cariñoso, además bastante detallista, a mi hija le ha hecho algunos obsequios, así que pronto habrá boda seguramente, las invitaré por supuesto amigas.
-Venga por aquí señora Cloe, no haga caso a los comentarios de estas clientas, usted es una mujer bella y refinada, estoy seguro que haremos que su belleza sobresalga; dijo uno de los estilistas del lugar.
-¿Que desea que le haga señora?, soy Bryan y estaré a cargo de su cambio de imagen.
-No lo sé, hace tanto que no voy a un estilista que no tengo idea que está de moda o que le irá mejor a mi rostro, sabe, haga lo que mejor le parezca, usted parece ser muy bueno en lo que hace, lo dejaré todo en sus manos Bryan. Necesito maquillarme para una cena, será que me puedes ayudar con eso también, no soy de mucho maquillaje, quiero algo muy natural, nada exagerado por favor, dijo Cloe con una suave y dulce vos.
Claro que sí, ya verá, no se va a arrepentir.
Después de algunas horas, cuando ya Bryan había terminado con Cloe, entró a la estética Sofía con una de sus mejores amigas, como Cloe estada de espalda, no pudo verla en el primer momento.
-Estoy feliz, iré a la cena de las empresas Ward, ahí estará Sebástian, ese hombre es a quien quiero en mi cama próximamente, como que me llamo Sofía de la O, ese será mi esposo.
-Mira a esta chica, ella si podría ser la mujer del señor Ward; decían las mujeres dentro del salón.
-¡Vaya! Bryan, has hecho un milagro conmigo, pensé que no tenía arreglo y mira lo que hiciste, dándole un abrazo fuerte a Bryan le dio las gracias.
Al salir Cloe con todas aquellas bolsas y completamente cambiada, las mujeres quedaron con la boca abierta, lo que ella necesitaba era un poquito de amor para verse espectacular.
-¡Cloe! ¿Eres tú? Dijo Sofía realmente asombrada al ver la belleza de su hermana. ¿A qué hombre le estas sacando dinero?, porque papá no te lo habrá dado, estoy segura de eso, bueno, por más que te hayan hecho, sigues siendo la misma mujer insignificante de siempre; dijo Sofía con una vos que denotaba envidia al ver a su hermana tan hermosa y vestida con ropa cara.
-Gracias Sofía, también me alegra verte, dijo Cloe saliendo del lugar, ya le había texteando a Oscar para que le ayudara con las bolsas.
-Oscar, que pena, creo que me excedí con las compras, pero no tengo nada que ponerme, todo se quedó, bueno, tú ya sabes dónde.
-Señora, no se preocupe, quedó hermosa, de verdad, se ve muy bonita.
-Gracias Oscar, eso me hace sentir un poco mejor.
-Cloe, Cloe, ¿eres tu hermosa? Dijo Esteban dándole un beso en la boca a Cloe.
-Hola Estaban, como estás un poco asustada por el beso, apartándolo bruscamente.
-Hermosa, te he ido a buscar, pero me han dicho que te has ido de ahí, nadie sabe para donde o que pasó, me alegra verte, mira, esta espectacularmente hermosa.