Capítulo 38 Un accidente y un reencuentro inoportuno

Ellis estaba a punto de hablar cuando el vehículo se sacudió repentinamente como si hubiera perdido el control. Una fuerte fuerza la empujó hacia adelante, seguida de un estruendo ensordecedor. Por un momento, todo se volvió borroso. Las estrellas bailaban en su visión y su cabeza giraba. Maya pisó el freno. Se había preparado para esto, por lo tanto no estaba tan desorientada como Ellis, aunque no por mucho tiempo. Al recuperar el sentido, Ellis se dio cuenta de que habían colisionado con otro automóvil. Las partes afectadas de ambos vehículos estaban abolladas y la pintura raspada; parecía un desastre total. Maya observó detenidamente el auto contra el que acababa de chocar y al instante palideció.