Capítulo 185 Mirada persistente
Amalia, por costumbre, no evadió, incluso se acercó más. Al cabo de un rato, Mateo, que sostenía en brazos a Amalia, se quedó al final dormido con calma y tranquilidad. A la mañana siguiente, Mateo mencionó que tenía una videoconferencia de tres horas. Al escuchar esto, Amalia decidió que visitaría el acuario del hotel.
Durante la videoconferencia, Mateo se dio cuenta de que Amalia salía con su bolso a cuestas. Cerró la puerta con suavidad. Mateo le echó un vistazo rápido y luego retiró la mirada.
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