El grupo habló casi al unísono.
—En efecto. ¿Cómo podría robarle el novio a Amalia? No puedo entender que me trate así. —Magdalena lloró, sintiéndose muy agraviada y compadecida.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread