Capítulo 149 A sangre fría
El sol agonizante del día presagiaba problemas, como si el propio horizonte sangrara sobre Sicilia. La obra en construcción, un esqueleto de acero y hormigón, se alzaba entre polvo y escombros, con el viento silbando entre las vigas como un presagio. El aire olía a tierra mojada y metal oxidado, mezclado con el aroma acre de la tensión que envolvía a los presentes.
Salvatore y Antonio llegaron con paso firme, sus botas resonando sobre las tablas del suelo provisional. Pero al ver a Alessa, con su labio partido e inflamado y el niño en brazos, el ambiente se electrizó. Su piel de porcelana palidecía alrededor del morado que adornaba su boca, y sus ojos, normalmente llenos de fuego, brillaban ahora con dolor y confusión.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread