Capítulo 67 Perdiendo la noción del tiempo
Las paredes grises y descascaradas apenas dejaban ver la luz mortecina que se colaba por un orificio en lo alto, proyectando sombras alargadas sobre el piso de concreto frío. Alessa, sentada en un rincón, con las muñecas marcadas por el roce de las cadenas que la ataban, miraba la puerta con una mezcla de ansiedad y agotamiento. El tiempo se había convertido en un concepto nebuloso, y su mente, una maraña de pensamientos rotos por el hambre y la soledad.
Cuando la puerta chirrió al abrirse, su cuerpo se tensó de inmediato. Paolo y Carlos entraron, su presencia llenaba el espacio con una hostilidad palpable. Paolo, un hombre de mirada oscura y sonrisa cruel, sostenía una bandeja de metal con comida. Carlos, más tranquilo, lo seguía, aunque su mirada denotaba cierto desinterés por lo que estaba por suceder.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread