Capítulo 333 Un cambio de corazón

El semblante de León cambió mientras las preguntas de Simona lo bombardeaban sin cesar. Sus labios se entreabrieron, en un intento de articular una respuesta. Sin embargo, se quedó sin palabras. Para ser sinceros, ya había aceptado todo lo que Román le había revelado. Desde que se había liberado de las cadenas del afecto familiar, había adquirido una comprensión más lúcida de la verdadera naturaleza de su madre. «Desde el principio, mamá nunca había sentido afecto por Simona. De hecho, incluso le guardaba rencor. Además, trata a Judea con más amabilidad que a Gema y a mí, su propia sangre. Así que no me sorprendería que madre se rebajara a tales niveles por el bien de Judea».