Capítulo 318 Cese de la farsa
Las palabras de Arón dejaron a Judea en un estado de incredulidad. Los demás presentes se quedaron igualmente atónitos. Era la primera vez que Aarón hablaba con tanta dureza a su amada hermana. Sin embargo, sus palabras eran ciertas. ¿Había visto por fin a través de la fachada de su aparente bondadosa hermana, provocando así su dureza?
Judea, que había estado llorando de pena, se quedó de repente congelada en su sitio. Se encontró incapaz de seguir llorando, pero incapaz de parar. El resentimiento hacia Arón empezó a gestarse en su interior.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread