Capítulo 977 Llorar

Uno murió, otro enloqueció y otro terminó en la cárcel. Al escuchar esa noticia, los dos ancianos quedaron atónitos, incapaces de pronunciar una palabra durante bastante tiempo, por muy absurdo que fuera Alfonso o por insoportable que fuera Roxanne, al fin y al cabo, eran su hijo y su nieta. Eran parientes consanguíneos, ahora, habían terminado en tal predicamento en una tierra extranjera. No pudieron evitar sentir que la tristeza brotaba de su interior, como si hubieran envejecido al instante.