Capítulo 23 Amaba ver su rostro

Rhainys La líder se había ido y parecía que su dirección se había marchado con ella porque en el segundo en el que los había dejado sus secuaces se habían vuelto mucho más valientes. La habían golpeado hasta hacerla gritar, sentía todo su cuerpo como un gran moretón que no podía ser tocado a menos que quisieran torturarla y lo habían hecho. En su vida había tenido que soportar muchas humillaciones, pero solo su padre había usado la violencia física como arma contra su propia hija. Nadie más lo había hecho y por eso se le hacía tan terrible esas circunstancias.