Capítulo 45 La felicidad tiene tu nombre elizabeth

Durante unos días estuve bajo observación en el hospital, los médicos querían mantener monitoreado a mi bebé para descartar que algo malo pudiese ocurrir, durante ese tiempo lo único que he sabido de Alex, es que se ha mantenido al pendiente de nuestra salud, pero después de la última vez que hablamos no ha puesto ni un solo pie en el hospital. Me alegraba no tener que verlo, pero a la vez me causaba una profunda decepción qué se desentendiera tan fácil de su hijo y de mí, este matrimonio iba a ser un infierno, así que tome la determinación de hablar con él para ver de qué forma pudiésemos revertir ese absurdo acuerdo que con engaños me hizo firmar. No sabía qué respuesta me daría, lo más probable es que se negara, y no por mí, sino por su hijo, a pesar de sus malas acciones, sabía que Alex lo deseaba con toda su alma, y que no quería que el bebé pasara por el mismo proceso que él tuvo que pasar cuando niño, pero yo no pensaba dejarle a mi hijo, así que tendríamos que encontrar una solución y compartir su custodia. Ahora lo más importante era que el embarazo pudiese llegar a buen término, pues al ser de alto riesgo debía cuidarme al máximo. Por fin llegó el día en que nos dieron de alta, me esperaba ver a Alex en la habitación, pero no fue así, sólo estaban los abuelos y la señora Lu, En el fondo lo presentía, pero guardaba una mínima esperanza de que no fuera así, Edward ya nos estaba esperando afuera para llevarnos a casa, el trayecto se tornó un poco extraño, todos evitaban hablarme de la situación que estaba ocurriendo entre Alex y yo. Me preocupaba que estuviesen ocultándome algo por no darme algún disgusto, ¿le pasaría algo a Alex? A pesar de todo yo no deseaba nada malo para él, mi amor por ese hombre seguía intacto, y aun cuando le guardaba un profundo rencor, no me gustaría que pudiera verse afectado por ningún motivo.