Capítulo 57 La maldad no da tregua

El funeral de Gerald había dejado un aura de tristeza y desconcierto en la mansión. Tom, Antonella y Wendy regresaron a casa después de despedirse de su fiel mayordomo y amigo. La noche caía y una sensación de inquietud se apoderaba de ellos, el presentimiento de que aun las malas noticias no terminaban hacían de la vida de Tom una agonía. Jordán y Steve decidieron ir al club para despejar sus mentes. En el club, las risas y la música resonaban en medio de las sombras. Jordán y Steve intentaban olvidar momentáneamente la tragedia que los había sacudido. Pero la intriga y la preocupación seguían presentes, acechando sus pensamientos. Aunque parecía una noche normal, algo siniestro se estaba gestando en la penumbra.