Capítulo 5 Después de la cena una gran noticia como postre

Al amanecer Steve salió temprano de la casa, no había esperado el desayuno cuando Antonella y Laura se encontraron desayunando, Alfred le informo de la cena de esa noche, la mañana se le había arruinado a Antonella, tenía que aguantar a la insoportable de Lía y por si fuera poco a su familia tambien. —Alfred, ¿cuál es el motivo de la cena? —No lo sé señora Laura, el joven solo me ordeno tener las cosas lista y que le informara a ustedes quiere la presencia de todos esta noche. — Bueno, yo no asistiré, prefiero dormir temprano, no soporto a Lía y su familia es tan desagradable y ahora me voy a la oficina. —Señorita mejor lleve la fiesta en paz, solo asista a la reunión un rato y luego se disculpa y regresa a su habitación. —Hija, entonces decidiste quedarte, me alegra mucho y en cuanto a la cena Alfred tiene razón, tan solo quédate durante la cena y luego te retiras. —Está bien, lo hago por ustedes dos, ahora me voy el día será largo. Antonella llegó a la empresa para reunirse con el abogado mientras firmaban los documentos, Steve ni siquiera hacia el mínimo esfuerzo por verla, era claro que la decisión de quedarse era el reto más grande de su vida y aún tenía que esperar la cena de la noche . —Bueno, chicos toda la parte legal, esta lista solo puedo desearle el mayor de los éxitos, espera que tengan el mismo potencial de Joe y se mantengan a flote como hasta ahora cualquier cosa no duden en hacermelo saber. —Gracias John estaremos en contacto. —Disculpa Steve, me puedes indicar cuál será mi oficina para instalarme y comenzar a trabajar cuanto antes. — ¿Tengo cara de asistente o de personal de Recursos Humanos? —Ya deja de comportarte como niño, muy bien me puedes decir que oficina puedo tomar si la de mi madre o la de Joe es obvio que ambas están desocupadas. —Si fuera por mí ocuparías tu oficina en New York, en cuanto a la oficina de mi padre solo estará ocupada por mí. —Pues espero que sepas ocupar no solo la oficina, sino el cargo, en cuanto a mi oficina no te preocupes que yo busco una. Antonella llamó a su madre para saber si estaba bien si tomaba su oficina y Laura sin pensarlo le dio su aprobación, luego de organizarse Antonella comenzó a revisar la información financiera y los datos de la producción a pesar de que la empresa continuaba liderando el mercado, las estadísticas y balances mostraron que tenían fallas en la producción lo que repercutía de forma considerable en relación con otros años. Así que comenzaría hacer un estudio para determinar qué estaba ocurriendo y cuál era la falla que estaba surgiendo la producción para luego reunirse con Steve y buscar la solución al problema. Luego de reunirse con algunos supervisores y gerentes de las diferentes áreas, observó que había problemas internos y el campo laboral había cambiado desde hace dos años, tenía que tratar el problema de inmediato, así que hablaría con Steve. —Disculpa Steve, tenemos que reunirnos, debes ver este análisis que realizar de la situación financiera y de producción y de dos años a la fecha hay una diferencia significativa en producción, ventas y por supuesto en las finanzas estaba pensando en elaborar estrategias para mejorar la relacion laboral del personal. —Detente Antonella, te recuerdo que la decisión se debe tomar entre ambos, espera a que revise esto y luego me reúno contigo, esto puede esperar para la semana que viene o después total, el problema no debe ser tan grande porque continuamos siendo la empresa número uno en el mercado y si es que no tienes nada que hacer, pues, te enviaré un poco de trabajo para que justifique tu presencia en la empresa. Antonella estaba indignada con la respuesta de Steve y comenzó a discutir. —Que te crees Steve, tengo todo el conocimiento para manejar esta empresa y sé más de ella que tú, si piensas que con estas tonterías me vas a alejar de la empresa te equivocas porque no será así, tendrás que verme todos los días y no solo aquí sino también en casa. —Realmente eres una sínica esta empresa es mía el que mi padre allá sentida lástima y te dio parte de la empresa no te hace la dueña sabes siento lástima por mi padre nunca se dio cuenta lo regalada y arribista que eres o pensándolo bien creo que si quizás por regalada fue que te dejo parte de mi herencia siempre me pregunte por qué durante te quería tanto si no eran nada y quizás si seguramente adornabas su cama sus viajes a Nueva York. Enseguida Antonella reacciono con una cachetada a Steve. —Eres un enfermo como puedes decir eso Joe, para mí fue un padre, cómo es posible que puedas llegar a pensar que me acosté con tu padre. —Lo pienso porque te acostaste con Tom sin importarte nada y luego te dejo como a una cualquiera y yo que pensaba que eras diferente, pero no eres una mujerzuela que se entrega al mejor postor. En ese momento Antonella iba a darle otra cachetada, pero rápidamente Steve detuvo su mano, el sujeto con toda su fuerza y ​​el beso, ambos se besaron unos minutos, luego Steve la arrojo sobre el sofá. —Sal de mi oficina, Antonella, no me hagas perder más tiempo y la próxima vez anúnciate con mi secretaria como todos los demás. Antonella no entendió por qué Steve había dicho todas esas cosas, pero ya estaba cansada de que la tratara como un coleto, a partir de ese momento todo sería diferente, por otra parte, estaba Tom no entendió como era posible que su amistad terminara de esa forma No había nada que hacer, había perdido a su amigo y su vida junto a Steve era un infierno mejor, se concentraba en revisar todas las capetas con documentos que él le había enviado, así mantendría la mente ocupada hasta el final de la tarde. El día paso velozmente ya era hora de regresar a casa, era una estupidez pensar en decirle a Steve que volvería con él a casa y más después de todo lo que había sucedido. —Señorita Antonella, necesita algo. —Realmente si Ana me harías el favor de llamar un taxi para que me lleve a casa es que aquí no tengo auto, así que me toca tomar un taxi. —No se preocupe, señorita, ya le solicito uno —Gracias Ana. —Ana deja eso Antonella se irá conmigo —Si Sr. Steve —Ana, por favor llama al taxi, yo espero. —Ana te dije que la señorita se va conmigo deja eso obedece yo soy tu jefe —Ana te dije que llames al taxi yo espero y yo también soy tu jefa — ¡Hay por favor! Miren decidió a los dos les debo respeto y ambos son mis jefes, yo no quiero problema con ninguno sí. Luego de suspirar, Antonella dijo: —Está bien Ana no llames al taxi, me iré con el señor Steve, yo mañana solucionaré esta situación. Durante el camino ninguno hablo Steve solo vio a Antonella mientras ella aparece su cara frente al cristal. —Buenas noches, madre. —Mis hijos llegaron de la oficina juntos, así me gusta y eso era lo que quería Joe que coincidieran juntos y se llevaran bien. —Madre, voy a mi habitación, ha sido un día largo, estoy cansada. —Cariño, sé que estás cansada, pero recuerda la cena con Ana y sus padres, tu hermano quiere que lo acompañemos. —Si madre allí estaría. Antonella odiaba la idea de tener que cenar con ellos, solo quería dormir y no saber de nada después de tomar un baño, Antonella se quedó profundamente dormida y comenzó a tener una serie de sueños absurdos en los que se había presente Steve en uno de ellos estaban en una habitación desnuda completamente sobre la cama. El golpeteo en la puerta despertó a Antonella. —Adelante —Señorita, el padre de la señorita Ana acaban de llegar, están en la sala y dentro de poco será servida la cena. —Dame unos minutos Alfred tiene tiempo mientras me ve me peino y me aplico el maquillaje que horror lo siento me quede dormida. —No se preocupe, señorita, aún están en la sala platicando, daré tiempo para que termine de vestirse. Alfred volvió a la sala para ver si se les ofreció algo antes de pasar a la mesa. —Alfred donde está Antonella que sucede que aún no baja. —Pregunto Steve. —La señorita ya está por bajar, es que no terminó de decidir qué ropa usar. — ¡Humm! Aunque la mona se vista de seda mona se queda. —Lía tu comentario me parece de muy mal gusto, mi hija no solo tiene una excelente educación sino también su conocimiento por la moda y el buen vestir es envidiable y ni hablar de su gran belleza. —Mi madre tiene razón Lía por favor limita ese tipo de comentario. En ese instante Antonella bajó las escaleras, se había colocado un blazer, tres cuarto, una camisa blanca, jeans semi rasgados con unos zapatos altos, se vio genial como salida de una revista de celebridades. —Buenas noches, como están señores, es un placer tenerlo aquí en casa. —Gracias Antonella, estás hermosa, ese día en el funeral dejaste a todos con la boca abierta, era como ver llegar aparte de la realeza. —Hay señora que cosas dice. —Estoy de acuerdo con Antonella, mamá, eres una exagerada, no sé por qué no buscas algo más que hacer que estar en la TV viendo la vida de la realeza y de los famosos, ya casi deliras con eso. —Tranquila Lía, eso solamente habla del buen gusto de tu mamá por lo bueno y glamoroso, por cierto, cómo va la situación económica de su empresa han logrado salir de la crisis en la que estaban. —Querida, creo que no es el momento de hablar de esas cosas para que empañar esta hermosa velada con temas de trabajo. —Si claro tiene razón por cierto allí viene Alfred, seguramente ya todo está listo. Mientras degustaban de la cena, el padre de Lía interrogaba a Antonella. —Cuéntame Antonella en que te especializa la última vez que pudo con Joe me dijo que ocupabas un caro importante en una de las mejores empresas de Nueva York. —Si realmente es una transnacional, llevo allí la gerencia general de la empresa y digo en que me especializo sería algo extenso, ya que me gradué en administración de empresa y al mismo tiempo estudiaba economía, luego hice la carrera de derecho internacional y estudie tres idiomas. —Wao, eso es sorprendente, Joe me había hablado de lo inteligente y maravilloso que eras, incluso que te graduaste con honores, pero se quedó corto. —Si él me ayudó mucho porque estaba sola, dedique mi tiempo a estudiar ya especializarme. Mientras platicaban Lía observaba a Antonella con cara de fastidio y de prepotencia la cena había terminado era hora del postre y de la noticia que estaba por soltar a Steve. —Disculpen, ¿ya puedo traer el postre o desea comerlo en la sala de estar? —No Alfred, espera un momento antes debo hacer un anuncio; como ya saben Lía y yo llevamos varios años de novios, así que he decidido formalizar mi compromiso y quiero pedirte que te cases conmigo. Dijo Steve. —Sí, sí, si claro mi amor estoy feliz de casarme contigo, es más, mientras preparamos todo lo de la boda vendré a quedarme contigo algunos días, así todos nos vamos a acostumbrar a vivir juntos. —Lía hija, eso no lo hace una señorita decente. —Hay madre no seas anticuada, además Steve y yo tenemos tiempo juntos y para nadie es un secreto que hemos hecho más que besarnos. Antonella estaba petrificada, su cuerpo no respondía, sentía náuseas, comenzó a sudar lo único que quería era salir de allí, no podía creer lo que estaba escuchando, ahora Lía se mudaría a la casa, se casarían y vivirían allí, tenía que salir de allí. —Antonella no vas a felicitarnos. —Dijo Lía —Si claro, felicidades Lía les deseo, lo mejor del mundo son el uno para el otro. —Hija, ¿estás bien te ves pálida? ¿No vas a felicitar a Steve? —Si madre es que creo que no he dormido bien y el cansancio de tanto tiempo sin vacaciones se hace presente.—Felicidades Steve que seas inmensamente feliz; si me disculpan me retiro que sigan teniendo una maravillosa noche y felicidades, chicos. Respondió Antonella antes de retirarse. Antonella no entendió qué le estaba pasando al oír la noticia, comenzó a sentir que su corazón se fragmentaba en pedazos, era la tercera vez que sintió tan gran dolor el divorcio de sus padres, la muerte de su padre y ahora el compromiso de Steve entro a la habitación y comenzó a despojarse de la ropa sintió que su respiración se acortó. Su pecho iba a explotar, quería llorar, pero el nudo en la garganta no la dejaba, después de todo comprendía que Tom tenía razón, siempre amo a Steve, pero el orgullo y la rivalidad no la abandonó ver más allá estaba locamente enamorada de su hermanastro y no habia nada que hacer. Que iba a hacer no podía vivir bajo el mismo techo de Steve y Lía, su mente era un torbellino de preguntas, su mente le decía que debía odiarlo y alejarse, pero su corazón necesitaba continuar, no podía creer que Steve se había convertido en un círculo vicioso del cual no podía salir. Necesitaba hablar con alguien, pero con quien su madre desde que Joe murió estaba en otro mundo, Tom no quería saber nada de ella y quizás no era bueno de acercarse a él después de todo algo le había dicho a Steve que lo había enfurecido. Cuando menos lo esperaba que alguien toco llamo a la puerta, rápidamente se sacude la camisa y seco sus lágrimas. —Adelante —Me tomé el atrevimiento de traerle este helado de chocolate y dos cucharillas por si necesita ayuda con el helado y alguien para desahogarse. De inmediato, Antonella lo abrazo mientras rompía en llanto. —Ya no puedo más Alfred, esto me está acabando, siento que muero poco a poco, estoy cansada de esta guerra. —Disculpe el atrevimiento señorita, pero quisiera preguntar algo si me permite. —Claro Alfred, dime que quieres saber. — ¿Usted y el joven Tom pasaron de un beso, me refiero a si tuvo sexo con el joven Tom? —No Alfred, eso no, Tom me beso y me dijo que me amaba que quería casarse conmigo y le dije que él solo era un amigo, que no arruináramos la amistad y se molestó, comenzó a decir que no le dio la oportunidad porque siempre estuve enamorada de Steve luego me trajo y me dejo claro que no queria verme jamas y que la amistad habia terminado porque me preguntas eso Alfred. —Porque el día que el joven Steve fue a la casa del joven Tom, eso fue lo que le dijo y luego se golpeon y cuando llegamos me ordeno que organizara esa cena de hoy, así que no se comprometió por amor, se comprometió por rabia y celos. —Ya no importa Alfred, ya nada importa dentro de poco tendré que buscar a donde mudarme, no puedo continuar en esta casa y menos si Lía está bajo el mismo techo que yo; así que necesito que mañana me ayudes a buscar un auto y un apartamento o una casa pequeña. —Como usted diga señorita ahora vamos a comer helado porque se derrite ya mañana será otro día, quizás cambien las cosas o cambie usted su decisión y decida ser la guerrera que es y luchar. —Si mejor como helado Alfred. Sin saber Steve se encontraba pasando por allí y había escuchado toda la conversación entre Antonella y Alfred, solo podía pensar en lo equivocado que estaba y en el tremendo error que acababa de cometer al dañarse con Lía, no sabía cómo diablos iba a salir de ese compromiso, pero estaba seguro de que debía actuar rápido. —Buen día a todos, como pasó la noche, yo debo confesar que después de esa bomba que soltaste Steve quede impactada y hasta el sueño perdí. Hijo, nunca he cuestionado tus decisiones, pero no podías encontrar a una chica menos fastidiosa, esa niña es insoportable, además se viste como si carnaval fuera todos los días. —Buen día, madre y si tienes razón debí esperar un poco, pero estaba con tantas cosas en la mente que no sabía lo que hacía. —Bueno hijo, ahora o continúas con el compromiso y piensas como salir pronto de eso y tu Antonella como sigues anoche te veías mal porque estás tan callada. —Estoy mejor madre, ahora les pido permiso para retirarme, tengo varias diligencias que hacer ahorita en la mañana. —Antonella, yo te llevo. —Gracias Steve, pero no voy a la oficina, en este momento paso por allí en la tarde. —Ok, pero puedo llevarte a donde sé que vayas. —No te preocupes ya Alfred solícito un taxi y él va conmigo, así que estaré bien que tendrán buen provecho Adiós. —Dime algo hijo, será que voy a morir y ustedes van a continuar con esa guerra y ese orgullo tonto cuando van a admitir lo que siente el uno por el otro, yo sé que piensa que ando en las nubes, pero no es así me doy cuenta de todo lo que pasa y ambos los conozco realmente piensan lanzar la felicidad a la basura. —Madre, dices unas cosas mejores, terminamos de comer, tengo que irme a la oficina. Mientras tanto Antonella y Alfred visitaban los concesionarios buscando un auto para Antonella caminaron por horas hasta que finalmente se dedicó por un hermoso Mercedes plateado, ya no tenía que pedir taxi ni depender de Steve, ahora solo faltaba ver un par de apartamentos para no tener que verlo día y noche. Finalmente, cuando esperaba ir a la oficina vio que Tom se acercaba, ella no sabía qué hacer, afortunadamente estaba con Alfred. —Antonella como estas me gustaría platicar contigo sé que me comporte como un niño y quería pedirte perdón por favor no me veas así dame la oportunidad de hablar contigo te extraño las cosas no son igual sin ti me regalas unos minutos para explicarte. — ¿Explicar que Tom? Que tu beso paso a hacer un revolcón porque eso fue lo que le dijiste a Steve, cómo pudiste, yo confié en ti eras mi mejor amigo y no me importa que hablaras del beso, pero mentir y decir que tuvimos sexo, eso no lo esperaba de ti —Entiende estaba molesto y él llegó a la casa pidiendo explicaciones y creyéndose el superhombre, sintió tanta rabia no soportaba el hecho que lo amas y que viven bajo el mismo techo, o sea que por celos dañaste mi reputación con Steve y quien sabe ante quién más tremendo caballero. —Por favor perdóname no puedo seguir sin tu amistad. —Te perdono Tom, pero nuestra amistad está fracturada gracias a ti, así que ahora soy yo quien necesita tiempo para sanar, ahora te dejo, debo ir a la oficina que tengas buenas tardes, adiós. Mientras tanto en la empresa se había generado un caos, los problemas de los que Antonella había anunciado comenzaba a hacer estrago, la mala relación en los departamentos había generado una importante pérdida de materia prima y se había retrasado una entrega de mercancías. —Que es todo este revuelo Ana. —Señorita, paso lo que usted había dicho, hay un retraso en la entrega de mercancías, se dañó una materia prima y todo es un caos, el Sr. Steve está furioso y aún no se ponen de acuerdo y quedan cinco horas para la entrega . —Déjame bajar a planta, búscame botas de seguridad, casco y lo que sea necesario. —De inmediato, señorita. Tan pronto Ana presentó lo que Antonella había solicitado, se cambió y bajo a la planta. —Señorita Antonella, ¿qué hace usted aquí?. —Pregunto, Alfonso, gerente de planta. —Necesito que me reúnas a los departamentos involucrados en sacar este pedido cuando hablo de departamentos es desde materia prima, fabricación, envasado, envases y empaques, almacén de productos terminados y distribución, espero ser clara con lo que quiero y Alfonso tienes cinco minutos. Luego de reunir a todo el personal, Antonella le pidió a Ana que tomara nota la noticia de lo que sucedió en planta llego a oídos de Steve y de su gran amigo Jordán que también trabajó en la empresa sin pensarlo dos veces fueron a ver que se Traía entre manos Antonella. —Buenas tardes, señores, los reuní aquí porque como bien sabe perdimos millones en materia prima tenemos plazo de entrega hasta las cuatro de la tarde y ya son las once y cuarenta y aún no se ha elaborado una mercancía que tenía que estar lista hace una semana. Yo no estoy frente a ustedes para buscar culpables, estoy frente a ustedes para saber quién se va de esta empresa y quien continúa con nosotros porque hasta la fecha no se le ha dejado de cancelar ningún beneficio para que todos ustedes no estén pagando de esta manera así que el que se quiera ir indíquele su nombre a la señora Ana los demás quiero que dejen a un lado sus diferencias y cumplir con sacar ese pedido antes de las cuatro. Al escuchar a Antonella decir eso, todos los trabajadores comenzaron a correr en busca de todo lo necesario para sacar el pedido mientras Steve y Jordán observaban desde arriba impresionados. —Sin duda alguna esta chica vale oro Steve, no solo es hermosa, también es inteligente y tiene un carácter único, ya veo porque Tomás la quiere a su lado, una mujer como ella es la que un hombre con poder necesita. —Jordán que te sucede acaso eres fanático de ese tipo o te paga para promocionarlo. —Ja, ja, ja amigo, no te enojes, solo doy honor a quien lo merece mira, allí viene nuestro gerente estrella. —Antonella, eso fue genial, realmente te felicito, esto no iba a ningún lado de los trabajadores, las discusiones, esto era una locura. —Me imagino aunque esta locura y está perdida de materia prima se pudo haber evitado si se prestara atención a lo que te decía Steve. —O sea que es mi culpa, yo soy el culpable de que el personal no se comunique. —En gran parte si, porque si uno de los dueños no es capaz de escuchar con atención lo que se le dice o por lo menos hacer caso de las sugerencias que se le plantean, esto no sucedería, pero claro, el señor todopoderoso tiene la última palabra. —Sabes que Antonella olvida lo que dije, queda claro que cuando trato de ser amable tú lo echas a perder todo. —Ese es el problema que no necesito que a estas alturas seas amable, aquí en la empresa necesito un líder, alguien que sepa escuchar, que tome decisiones y sobre todo que soluciones ya sal de la burbuja y aprende hacer un líder. —Sabes que Antonella no voy a caer en tu provocación entendiendo que lo de mi compromiso te tiene con ese mal genio, pero ve acostumbrándote porque pronto Lía y yo nos casaremos y vendrá a vivir con nosotros. O por lo menos eso era lo que Steve pensaba, pero la vida y Antonella tenían otros planes para él, solo tenían que esperar el momento indicado, eran las tres de la tarde y la mercancía iba hacia su destino, todo había salido tal como Antonella lo planeo, solo quedara esperar a que Steve decidiera si la estrategia para mejorar la relacion del personal era aceptada de alli iban a depender muchas cosas que estaban por suceder.
Ajustes
Fondo
Tamaño de letra
-18
Desbloquear el siguiente capítulo automáticamente
Índice
Capítulo 1 Cuando la vida me cambio Capítulo 2 De regreso a casa Capítulo 3 Todo cambio Capítulo 4 Volverte a ver Capítulo 5 Después de la cena una gran noticia como postre Capítulo 6 No dejan de llover problemas Capítulo 7 La mejor estrategia Capítulo 8 Perdidos en el bosque Capítulo 9 Un nuevo golpe Capítulo 10 Una mano amiga Capítulo 11 La última palabra appCapítulo 12 Preparada para la cita appCapítulo 13 Cambio de planes appCapítulo 14 Con el corazón destrozado appCapítulo 15 Cada quien por su lado appCapítulo 16 De vuelta a la realidad appCapítulo 17 Tom insiste appCapítulo 18 Hablemos de la boda appCapítulo 19 Viaje a new york appCapítulo 20 El vestido de novia perfecto appCapítulo 21 Despidiendo la solteria appCapítulo 22 Una noche de copas, una noche loca appCapítulo 23 Lía gana terreno appCapítulo 24 Incomodo encuentro appCapítulo 25 Tu por tu lado y yo por el mío appCapítulo 26 Antonella esta confundida appCapítulo 27 Confusión appCapítulo 28 La boda appCapítulo 29 Fiesta de boda appCapítulo 30 Luna de miel appCapítulo 31 Bienvenidos a inglaterra appCapítulo 32 Una práctica antes del torneo appCapítulo 33 En el torneo appCapítulo 34 La furia de tom appCapítulo 35 Pronto regreso appCapítulo 36 Emily vuelve para quedarse appCapítulo 37 Antonella deja la empresa appCapítulo 38 Completamente sola appCapítulo 39 Sorpresa, sorpresa appCapítulo 40 Un torbellino llamado wendy appCapítulo 41 La cereza que le faltaba al pastel appCapítulo 42 Entredicho y tormentas appCapítulo 43 Verdades que duelen appCapítulo 44 Matando dos pájaros de un tiro appCapítulo 45 Un despertar sorprendente appCapítulo 46 Un enfrentamiento explosivo appCapítulo 47 Nuevo refugio appCapítulo 48 Lealtades divididas appCapítulo 49 Revelaciones y desenlaces appCapítulo 50 Intrigas y conspiraciones appCapítulo 51 Confrontaciones en el club appCapítulo 52 Secretos revelados appCapítulo 53 Secretos revelados ii appCapítulo 54 Tejiendo una telaraña de peligro appCapítulo 55 Maldad a flor de piel appCapítulo 56 La misteriosa muerte de gerald appCapítulo 57 La maldad no da tregua appCapítulo 58 Ambición sin límites appCapítulo 59 Una bienvenida inolvidable appCapítulo 60 El descaro appCapítulo 61 En la disco appCapítulo 62 Fragmentos de destino appCapítulo 63 Entre la desesperación y el enfrentamiento appCapítulo 64 Espera y desesperación appCapítulo 65 Tormenta de emociones appCapítulo 66 Hilos de engaño appCapítulo 67 Emily recibe una inesperada visita appCapítulo 68 Milagroso despertar: el regreso de wendy appCapítulo 69 Durante la rehabilitación appCapítulo 70 Sombras de obsesión appCapítulo 71 Teñido de rojo appCapítulo 72 Lía conoce el lado malo de steve appCapítulo 73 Steve salva a tomás appCapítulo 74 Comida para tiburones appCapítulo 75 Un nuevo comienzo app
Añadir a mi biblioteca
Joyread Español
UNION READ LIMITED
Room 1607, Tower 3, Phase 1 Enterprise Square 9 Sheung Yuet Road Kowloon Bay Hong Kong
Copyright © Joyread. Todos los derechos reservados