Capítulo 48 Lealtades divididas
Después de sentar a Antonella en el sofá y asegurarse de que estuviera cómoda, Steve le dio un vaso con agua para ayudarla a recuperarse del desmayo. Mientras Antonella se reponía, la tensión en la habitación aumentaba, ya que Steve y Jordán no podían ignorar que Tom se sentía atraído por Wendy, dejarla allí era como llevar una oveja al matadero.
Steve se acercó a Wendy una vez más, con una mezcla de frustración y preocupación en su rostro. —Wendy, entiendo que quieras apoyar a Antonella, pero no puedes ignorar los problemas que tenemos con Tom, aquí eres vulnerable y no podremos ayudarte si algo ocurre.
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