Capítulo 44 Matando dos pájaros de un tiro

Antonella estaba indispuesta, los malestares del embarazo cada vez eran más fuertes, a penas y probaba bocado debido a las constantes náuseas, estaba pálida, más delgada y débil. Tom ya había notado lo pálida y delgada que estaba, pero esa mañana en especial, tras verla vomitar por largo rato en el baño a tal punto de no tener fuerzas para levantarse, sintió cierta culpa. Después de todo ella había sido su amiga durante mucho tiempo, pero ciertamente sentía gran empatía, recordaba las palabras de Lía y sentía la necesidad de ayudarla, ya que quizás solo quizás él bebe que esperaba, Lía era de él y aun así Steve sin saberlo cuidaba de ellos.