Capítulo 54 Tejiendo una telaraña de peligro

El abrazo entre Tom y Antonella había dejado a Wendy con un poco de nostalgia y algunas dudas. Sin embargo, lo que Wendy no sabía era que las apariencias engañaban. Tom, en realidad, solo veía a Antonella como una amiga y su interés por ella había sido parte de un juego para molestar a Steve desde el principio. Ahora, la preocupación de Tom se centraba en el bienestar de Wendy, su hijo y, hasta cierto punto, el de Antonella misma. La sombra de Lía se cernía sobre ellos, pues había planeado unir fuerzas con su enemiga, Emily, con el objetivo de destruir a Wendy sin importar el costo. Después de presenciar aquel momento entre Antonella y Tom, Wendy entro a la casa, poco después lo hicieron Tom y Antonella. Tom se sentó y recostó su cabeza del fino asiento de momento volteo hacia la puerta del despacho y la imagen de Gerald tirado en el suelo regreso a su mente. Sin poder controlarlo, las lágrimas brotaron de sus ojos, mientras Antonella y Wendy miraban con desconcierto. Antonella le pregunto en dos ocasiones que estaba sucediendo y tomas parecía no escucharla, estaba allí inmóvil.