Capítulo 118 No confío en ti
Katya bajó su rostro, intentando ocultar de los demás los sollozos que la invadían. El pesar encima de su corazón hacía cada vez más difícil el poder respirar. Egan se veía igual de afectado por esta noticia. Su rostro serio y usualmente fuera de emociones de forma controlada, en ese momento estaba lleno de aturdimiento, confusión e incredulidad.
– ¿Cómo conseguiste esto? –Egan preguntó, su lado racional siempre intentaba darle sentido a las cosas.
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