Capítulo 88 Secretos bajo tu nariz
Y tras eso, Egan no respondió nada más sino que tomó camino hacia donde estaba su auto estacionado. Katya lo siguió de cerca, sintiendo dos personas más que lo seguían. Argus y Sylvana, quienes muy evidentemente apartaban sus miradas unos del otro.
Katya sonrió sin poderlo evitar. Hacían una pareja muy adorable: ella, delgada y muy alegre, mientras que él era corpulento y reservado. Eran polos opuestos y aún así se sentía la tensión entre ellos.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread