Capítulo 61 No dudes de ello
Egan juró que intentó mantener la compostura, pero escuchar la voz ronca y excitada de Katya, más su respiración cortada solo le llevó un mínimo de un segundo pensar en la respuesta.
Egan se giró con rapidez y se dejó caer de espaldas contra el colchón de la cama, llevándose a Katya con él. Ella dio un gritico de sorpresa, pero aun así no dio ninguna resistencia, cuando ella quedó encima de Egan y él la guio para que sus rodillas quedaran a los lados de las caderas de Egan. Con sus diestras manos, él la ayudó a bajar un poco más su rostro para que pudiese besarse.
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