Capítulo 40 Un monstruo en el burdel

El Napoleón ya estaba listo para zarpar, pero antes de irnos de santamarta y regresar a Borbón le pedí un favor al capitán, que me esperaran para ir al burdel de Sofia ya que ella me iba a dar un obsequio, el capitán accedió y Víctor me acompañó, la única condición era que no nos demoráramos, cuando llegamos al burdel la gente nos empezó a mirar de forma extraña y Víctor notó algo raro. — Soy yo o está demasiado tranquilo en este lugar…