Capítulo 5 El inicio de una relación

Mis padres se sorprenden de verme levantado a muy tempranas horas y horneando pasteles mi madre se sentía confundida porque de los tres yo era el último en levantarme, así que, a ella le extraño verme tan motivado y feliz sobre todo a las 4:00 Am. — Oliver, ¿Qué haces tan temprano? — me reclama mi madre. — ¡que sucede! ¿un ladrón? — llega mi padre confundido al escuchar ruido en la cocina tan temprano. Mi madre le dice a mi padre algo que igualmente lo confunde. — Cariño, Oliver se levantó muy temprano y está horneando un Pie. — ¿Qué? Hijo… ¿estas bien? Como siempre, mis padres son unos exagerados, pero, yo no tenía sueño, quería trabajar o hacer algo que me distrajera hasta que saliera el sol y zarpar de nuevo a la costa alejada donde Libia y yo, nos reuniríamos como ayer. — Oigan cálmense, solo quería adelantar trabajo, limpié la cocina, también lavé las sillas, fregué el piso dos veces, reorganicé el almacén, espante a las ratas y ahora solo estoy horneando algunos pasteles. — dije a mis padres mientras guardaba mi delantal. Usualmente, yo soy el último en hacer los deberes, mi madre siempre se encargaba de la limpieza mientras que mi padre y yo, nos encargábamos de conseguir la leña, cerveza y los ingredientes para la comida, ellos, no se esperaron que su perezoso hijo, hiciera los deberes de la taberna a tempranas horas y como era de esperar, ya intuían que era culpa de Libia. — Hijo, creo que esa chica libia está controlando tu cabeza, debemos buscar a un exorcista. — me dice mi padre exagerando la situación. — ¿Qué? No volveré hacer sus deberes si se pondrán de esa forma, Libia no es una controladora de mentes, solo quería limpiar, eso es todo. — dije. — Hum… ¿acaso vas a verla hoy? — me pregunta mi madre. — Si, no pude dormir bien, al pensar en ella. — dije… emocionado. Pero mi madre no me dejará irme. — No iras… — ¿Qué? — Porque primero vas a cortarte el cabello y desayunar, trabajaste mucho y aun no has comido, ¿entendido? — me dice mi madre. Ella tenía razón, si iba a reunirme con Libia, debía ir mejor presentado, después de arreglarme mi imagen, zarpé a la costa para reunirme con mi sirena. Me puse mi mejor ropa y me quedé esperándola en la playa, estaba nervioso y la verdad, un poco avergonzado, ir a la playa, con tu mejor ropa, era ridículo, pues ya empezaba a ensuciarse, al paso de unas horas, al fin la vi. — ¡Libia! — grité con mucha alegría. Pude ver a Libia nadar hacia la costa, saltando una y otra vez como un delfín y aproximándose a toda velocidad, ella cae a la playa y se arrastra hacia mí, ella se veía algo cansada, se notaba a lenguas que ella estaba emocionada por volver a verme. — Hola Oliver, ¿Cómo te encuentras? — me dice ella jadeando. — ¿Estas cansada? Ven, vamos a la sombra, tengo una sorpresa. Debajo de la sombra de unas palmas cerca de la playa, tenía una sorpresa para Libia, un picnic por así decirlo, ahí tenía una canasta llena de comida que yo mismo preparé, entre ella, estaba una gran variedad de pasteles y postres. Temía de que Libia no le gustara, pero, por suerte, fue lo contrario, a ella le encantó mi sorpresa y con alegría se comió todo y me contó más cosas de su vida en las profundidades, de la misma forma en la que yo le conté más sobre mi día a día en tierra firme. — Haha… entonces tus padres se quedaron atónitos al verte tan temprano, ¿acaso eres un holgazán? — me habla Libia mientras se limpiaba sus labios con una servilleta. — Sí, se puede decir que mis padres me dicen holgazán, pero, de igual forma me parece absurdo que ellos se sorprendieran por querer hacer los deberes a tempranas horas. — dije. — Bueno, se nota que eres un chico de muchas sorpresas. — me dice Libia al tocarme la cara con su enorme cola de pez. Libia y yo estábamos muy llenos por tanta comida y como unos completos holgazanes, ella y yo nos echamos en el tendido y nos relajamos en la sombra para ver el cielo azul. — Oliver, ¿puedo preguntar una cosa? — me dice Libia con un tono muy dulce mientras ambos mirábamos al cielo. — ¿Qué cosa? — dije… — ¿Por qué eres tan dulce conmigo? soy un monstruo, muchas veces tuve la oportunidad de eliminarte con una fracción de mi poder, pero, eso ya lo sabías… ¿no es así? Libia decía la verdad, ella era una sirena del mar negro, una creatura muy peligrosa y mortal incluso entre las sirenas normales, se dicen que los monstruos y seres marinos que habitan en el mar negro, son de las creaturas más peligrosas de los siete mares, y claro que tenía miedo de que Libia me matara, pero después de todo, yo estaba enamorado de una sirena, ¿Qué tan malo podría ser? — Bueno, ¿acaso planeas comerme? — le respondí con mucha tranquilidad. — ¿Si te digo que sí, te iras corriendo? — me dice ella al enseñarme sus dientes, pero más que asustarme, me pareció la sonrisa más hermosa de todas. — Haha… Me daba risa ver a Libia intentar asustarme con sus perfectos y blancos dientes de sirena y eso ella no lo sabía. — ¿oye porque te ríes? — me dice ella algo nerviosa. — Hahaha, Libia, eres la sirena más hermosa de todas, ese cabello rubio y esa sonrisa, no me asusta… — Puedo derribar embarcaciones enteras con mi poder, ¿crees que no he comido humanos? — me dice ella intentando asustarme. — Bueno, si te soy sincero, también te he visto sonreír y comer Pie de calabaza, ¿debería asustarme por eso? — dije al sentarme y adjuntar mis piernas hacia mi pecho. — yo he comido peces, sé que no es comparable decir que comes personas, pero, no me incomoda. Libia reacciona a mis palabras y se pone más seria conmigo, tanto, que incluso me pondría a prueba. — Ja, ¿no te molesta que coma a los tuyos? Eso si es raro… — Te equivocas… — la interrumpí. — no me importa que comas humanos, pero, si son buenas personas o niños, me voy a enfadar mucho contigo. — dije. Libia no se esperaba eso y solo me respondió de forma directa. — Pues me parece lindo que digas eso, humano, pero, no debes tenerme tan baja estima, algún día podría comerte, mis instintos son más fuertes que mi propia conciencia, si tengo hambre, podría… — ¿matarme? creeme que no me asusta eso… solo quiero reunirme contigo y comer pastel. — dije. Libia se molesta por alguna razón, ella pensaba que la subestimaba, ella quería que yo fuera más consciente de lo peligrosa que era ella, y sin más, me lo demostró. — Muy bien, crees que no podría atacarte, pues deberé demostrar lo confiado que estas contra una bestia del mar negro. Libia se aparta y sin que yo me lo esperara, ella, comienza a cambiar de forma, se vuelve más grande y sus ojos y rostro, comienzan a cambiar, los ojos de Libia se vuelven enormes y negros, su boca comienza a deformarse hasta convertirse en un largo hocicó con enormes dientes de tiburón, cada uno de ellos parecían dagas con púas minúsculas que desgarraban la carne, lo peor, era que su cabello se volvió negro como una sombra y sus brazos se hicieron enormes y sus dedos se convirtieron en garras tan afiladas como un cuchillo. Ver a una hermosa sirena volverse un monstruo de tres metros con la capacidad de destrozar mis huesos, desgarrar mi carne y despellejarme, sin duda me estaba asustando y si no supiera que Libia era esa enorme cosa, correría de inmediato, pero, era ella… no sabía que era lo que quería hacer con eso, pero, no iba a correr como un cobarde solo porque Libia se transformó en un monstruo aterrador. No soy de los que se rinden tan fácilmente. — ¿Ahora te parece que no soy peligrosa? — me grita ella en un rugir. Pensé que me iba a comer cuando me preguntó eso, pero, no me iba a rendir con ella, ella pensaba que, en cualquier momento de peligro, yo solo me iba a alejar y ya está, pero, no me sacrifiqué tanto como para irme y olvidar a Libia como si nada. — ¿Qué? ¿Qué es lo que quieres hacer con esto… Libia? — grité un poco intimidado. — Eres muy bueno Oliver, pero, el error de un humano, puede ser mortal, ¿Por qué no corres? Soy un monstruo del mar negro. — me dice Libia con una voz monstruosa. — ¡Y que con eso! — Exclamé molesto. — Ya te lo muestro… Libia en su fase de monstruo salta al mar y como si fuera un truco imposible de creer, una gigantesca ola marina, se empieza a elevar, Libia podía controlar el océano a su voluntad y planeaba ahogarme con una gigantesca ola, a menos de que yo hiciera algo para salvar mi vida. — Humano, el creer que una sirena no es peligrosa es lo que ahora ha despertado mi sed de sangre, fuiste bueno conmigo, pero esa bondad es siega y ahora estas a punto de morir. No mentiré, cuando vi una gigantesca ola viniendo hacia mí, pensé que era mi fin, ¿Qué hice mal? Era ridículo, Libia no es así, algo, tramaba, si me iba a matar con la fuerza del mar, que lo haga, pero, no me iré a menos de que ella me diga el porqué. — ¡No seas estúpida! ¿Vas a matarme porque ahora confió en ti? ¿Por qué me enamoré de ti? ¿Qué es lo que te pasa? Volverte un monstruo y querer asustarme, no va hacer que me vaya de aquí, Libia. — estaba un poco molesto con ella, al ponerme a prueba. Libia comienza a rugir como un monstruo muy temido y mis tímpanos casi sangran por el nivel de ese poderoso y estruendoso chillido. - RUAAAAAAHHHH!!! — ! ¡Mis oídos! — Gritaba de dolor mientras me cubría mis orejas. — ¡Crees que es un juego Humano! Toma tu bote y lárgate, de lo contrario afronta la ola que se aproxima. Era cierto, tenía la opción de irme en bote y salvar mi vida, el pequeño sunami, se acercaba poco a poco, tenía solo un minuto o la ola me mataría, pero, no iba irme. — Ya te dije que no voy a irme. — dije a Libia. — Tienes 30 segundos, o mi potente ola, chocará contra la playa y tú serás arrastrado, la potencia de choque, destruirá tus huesos y órganos y morirás de forma lenta, y si de casualidad sobrevivieses, yo me encargaré de matarte y haré que sufras mucho más dolor, como no puedes imaginar. La ola se acercaba, si me quedaba, el poder del agua me mataría y si sobrevivía a tal catástrofe, Libia me mataría con sus enormes y afilados colmillos, mi cuerpo entero me suplicaba que tomara el bote y zarpara de la costa para así salvar mi vida del impacto de la ola; pero, mis agallas y corazón eran más fuertes que mi instinto de supervivencia y solo planté mis pies en la arena y recé para que esto no fuera el final de mi historia. — Te dije que me iba a quedar… — respondí con firmeza. Libia molesta me pide que me largue, pero, no le hice cazo. — Eres un tonto, largate, salva tu vida… — Te dije que no me asusta morir, Libia. — dije. Y sin más, la ola ya estaba demasiado cerca como para arrepentirme y sabiendo que iba a morir por esa gigantesca ola mortal, cerré mis ojos y esperé mi muerte… Pero… - RUAAAAAAHHHHHHHHH! Libia con un gran poder mágico, ruge con todas sus fuerzas y la ola, se detiene instantáneamente sobre mi cabeza, cubriendo el cielo como si se hubiera congelado en el tiempo. Cuando abro mis ojos, pude ver que esa gigantesca ola de 10 metros, estaba suspendido en el aire sobre mi cabeza, Libia, usando su magia de sirena, me salvo la vida, ella solo quería que me fuera, pero, no lo hice… — ¿el agua está suspendida en el aire? — dije sin poder creer lo que mis ojos veían. Libia molesta suspira y me dice antes de destruir la ola… — Eres un idiota Pie. — dice ella antes de separar sus manos y con eso destruir esa gigantesca ola marina. Y de repente, el agua que estaba suspendido sobre nuestras cabezas, explota y se evapora en el aire, dejando caer únicamente una gran cantidad de agua, como si estuviera lloviendo, yo solo tuve una cosa que decir. — ¿pasé la prueba señora Sirena? — le dije a Libia en forma de burla. Libia comienza a des transformarse y regresa a su hermosa forma de sirena, con un cabello rubio, cuerpo perfecto, sonrisa blanca, ojos azules como el mar y labios hermosos que desearías besar. — Ja… sí, por desgracia, ahora veo, que eres único Oliver, supongo que no puedo dar más escusa a nuestra relación. — me dice ella. Y después nos besamos, dando así el inicio de nuestra relación sentimental, entre un simple humano y una sirena que la verdad, poseía más cualidades de las que me imaginé.
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Índice
Capítulo 1 El origen de PIE Capítulo 2 Pesca Capítulo 3 Con mis propios ojos Capítulo 4 Libia la sirena Capítulo 5 El inicio de una relación Capítulo 6 Escoge lo que quieras, el mar invita Capítulo 7 Cocinando con ella Capítulo 8 Infames Capítulo 9 Una noche complicada Capítulo 10 El patrón Capítulo 11 Mala paga appCapítulo 12 Hundido appCapítulo 13 Cocinero pie appCapítulo 14 Sin decir nada appCapítulo 15 Beso de ida appCapítulo 16 Bienvenido cocinero pie appCapítulo 17 Soy el nuevo appCapítulo 18 Mi área de trabajo appCapítulo 19 Alta mar appCapítulo 20 Pollo desplumado appCapítulo 21 Ninguno va a dormir appCapítulo 22 Rata appCapítulo 23 El origen de la guerra: appCapítulo 24 Comodoro appCapítulo 25 Con el paso de los días en el mar appCapítulo 26 Marinero pie appCapítulo 27 Espadachín de abordaje appCapítulo 28 El sacrificio de lucho appCapítulo 29 El asesino de napoleón appCapítulo 30 El enamorado de una sirena appCapítulo 31 Acabamos appCapítulo 32 Descansa un rato appCapítulo 33 Un poco de crédito al cocinero appCapítulo 34 Santa marta appCapítulo 35 El diablo appCapítulo 36 El soplón de la luciérnaga azul appCapítulo 37 Hombres de la luciérnaga azul appCapítulo 38 Azúcar appCapítulo 39 Servicio especial appCapítulo 40 Un monstruo en el burdel appCapítulo 41 Mal momento para disfrutar de una mujer appCapítulo 42 Palabras en francés appCapítulo 43 Incertidumbres appCapítulo 44 El llamado de un hombre appCapítulo 45 Arriesgado solo por ella appCapítulo 46 La única esperanza appCapítulo 47 Un saludo especial appCapítulo 48 Sin azúcar appCapítulo 49 Un viaje rápido appCapítulo 50 Velocidad appCapítulo 51 La llegada de la marea appCapítulo 52 Ropa limpia appCapítulo 53 Renegados appCapítulo 54 Trato a futuro appCapítulo 55 A los tragos appCapítulo 56 Igual que cinco hombres malos appCapítulo 57 ¿Un héroe? appCapítulo 58 Magnifica batalla appCapítulo 59 Un vino en el balcón appCapítulo 60 Huir de un monstruo appCapítulo 61 El cantar de oliver appCapítulo 62 La lucha de las olas appCapítulo 63 Colisión appCapítulo 64 La tragedia y el origen app
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