Capítulo 34 Santa marta
Desperté en mi cama, mi cuerpo me dolía y mi cabeza no dejaba de zumbar como si fuera la peor de las resacas, mi mente estaba confundida por los extraños sueños que había tenido la noche anterior. Cuando abrí mis ojos, comencé a gemir de dolor, Víctor estaba cerca de mí y como un buen amigo, me dio los buenos días de la forma más sarcástica que podía.
— Off… conque abriste los ojos, esperaba que no pudieras despertar más…
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread