Capítulo 248 Esto no puede estar pasando
Por eso Inés a partir de ahí fue una integrante fundamental. Aunque nos decía no hacer fechorías, nos seguía cuidando. Durante dos años solo fuimos los tres. «Dios, ¿Por qué nos pones a vivir esto? Sé que no tengo moral para pedirte explicación, pero… ¿Por qué ella?»
Seguíamos en el despacho, después de que Roland hablara, nadie más lo hizo, solo han pasado segundos, siento que han sido eternos. Las lágrimas salen silenciosas cuando miles de recuerdos me invaden y como si fuera un culicagao gimo de dolor.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread