Capítulo 105 ¡¿Qué carajos?! - mmdos

Mientras conducía recordé el impase que tuve en el aeropuerto, el quemón en mi pecho con ese café caliente, me reí, pobre mujer, era una pila de nervios, su cabello negro era precioso, demasiado brillante, era esa clase de pelo que te incitan a tocarlo. En fin, entré a la propiedad, por fin en casa. No alcancé a tomar el primer vuelo, por eso no llegué a la iglesia. Me quité la chaqueta al entrar y al verme Inés puso sus manos en la cintura, no será una mancha fácil para sacar, aunque ella no era la que se encarga de hacerlo, pero si supervisa. No debería hacer nada, Roland y yo nos cansamos de decírselo, solo que era una señora terca, de la cocina nadie la saca.