Capítulo 15 Pero tu p*lla está dura
Aria
Odiaba que Talia no estuviera cerca. Entré en la sala de juntas, y cada mirada fija en mí dejaba claro que algo no iba bien. El ambiente era más frío de lo habitual, cargado de miradas críticas y susurros acusadores mientras tomaba asiento en la cabecera de la mesa. Crucé las piernas con elegancia, negándome a mostrar la más mínima señal de debilidad.
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