Capítulo 661 Elena Gómez
—Sí, es mi hija. No hay ningún error, es igualita a su madre.
Agitado, Galileo no dejaba de mirar entre el ordenador y el piso de arriba, parecía querer subir a buscar a Isabella. Leo recordó lo que Diamante J le había dicho a Isabella en el palacio, así como la forma en que se había llevado a Diamante J sola. Ya no podía negarlo. Al mirar los ojos cautivadores de Sombra Sangrienta en la pantalla del ordenador, Leo comprendió.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread