Capítulo 96 Celos
Cuando sirvieron la comida, Isabella se dio cuenta de que olvidó traer el vino. Pensó que debía tener un poco cuando volviera a la residencia.
De regreso al dormitorio, Lilia no podía calmar sus emociones. Solo de pensar en el hermoso rostro de Isabella se ponía loca de celos. Isabella. Solía pensar que su hermana no era nada especial, pero su belleza la hacía hervir de envidia.
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