Capítulo 421 Deja que arda
Tras confirmar la ubicación, el pequeño robot esférico emitió un láser rojo que cortó el metal como si fuera mantequilla, cortando con precisión los grilletes de las muñecas de Isabella y luego sus tobillos. Por último, cortó los dos barrotes de hierro de la gran jaula.
Cuando el castillo fue bombardeado, Clu se dirigió de inmediato a la sala de vigilancia para comprobar el estado del laboratorio subterráneo. El sistema de vigilancia del laboratorio ya había sido destruido, por lo que no tenía ni idea de la situación, y se dirigió hacia debajo de inmediato.
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