—Deja de andarte por las ramas conmigo.
—Quiero a una de tus ayudantes femeninas de esta casa. —Mientras Dámaso servía el té, su mano se detuvo con ligereza—. ¿Una ayudante femenina?
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread